Las mediciones de PM2.5 en València son realizadas por València en Bici-AE Agró dentro del proyecto Cycling With Clean Air de ConBici
Después de 18 meses de trabajo, el proyecto de ciencia ciudadana Cycling With Clean Air (CWCA) lanzado por ConBici, la Coordinadora en Defensa de la Bicicleta que reúne más de 70 asociaciones ciclistas urbanas, ha analizado los resultados obtenidos hasta hoy. El informe revela información preocupante sobre la contaminación del aire en diferentes ciudades de España. Apunta, en consecuencia, a la necesidad de abordar la movilidad urbana actual y buscar alternativas sostenibles que nos ayuden a reconfigurar las áreas urbanas para hacerlas más habitables.
Esta iniciativa de ciencia ciudadana involucra a voluntarias y voluntarios que han estado midiendo la calidad del aire en 16 ciudades durante más de 2.945 horas. Aunque la media de concentración de partículas PM2.5 se mantiene en 9 μg/m³, lo cual está en el rango amarillo según nuestros estándares, supera los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según la OMS, la media anual y diaria no tendría que exceder los 5 μg/m³ y los 15 μg/m³, respectivamente. Así, estos resultados nos muestran la importancia de tomar medidas para reducir la contaminación del aire y proteger nuestra salud. De hecho, casi el 80% de las muertes relacionadas con las partículas PM2.5 podrían prevenirse si conseguimos reducir los niveles de contaminación y ajustarlos a las recomendaciones de la OMS. Esto resalta la urgencia de abordar dicho problema global de manera efectiva.
En cuanto a los datos específicos sobre la calidad del aire en diferentes ciudades, el análisis también revela que la calidad del aire varía de una ciudad a otra. Burgos se destaca como la ciudad con mejor calidad del aire, mientras que València y Vitoria-Gasteiz presentan mayores niveles de contaminación.
La mala situación en que se encuentra el Cap i Casal ha sido registrada por las compañeras de València en Bici-Acció Ecologista Agró, quienes se han encargado todo este tiempo de medir los niveles de partículas PM2.5 en tiempo real mientras pedaleaban o andaban por las calles de la ciudad. Concretamente, fruto de estos esfuerzos, aquí se ha observado que solo el 32% de las medidas cumplen con las recomendaciones de la OMS; es decir, que el 68% del tiempo de medición en València el voluntariado estuvo expuesto a niveles de contaminación más altos del sugerido.
En contraste, por ejemplo, con otras ciudades como la de Santiago de Compostela que presentan una situación más favorable a pesar de haberse unido recientemente al proyecto, con el cumplimiento de los límites de la OMS en el 53% de las mediciones.

A raíz de toda esta información recogida, el proyecto ha generado mapas de contaminación, disponibles para la libre consulta en la plataforma de datos abiertos, que muestran cómo se distribuyen las partículas PM2.5 en cada ciudad y que son útiles para identificar áreas específicas con mayores niveles de contaminación y hacer seguimiento del progreso de las medidas implementadas para reducir las emisiones. En este sentido, se espera que la introducción de medidas más estrictas, como las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), ayude a mejorar la calidad del aire en el futuro. Sobre todo después de observar que los niveles de PM2.5 varían a lo largo del día, siendo más altos durante las horas de la mañana a causa del aumento del tráfico.